Descubriendo Cantabria con la Tribu: Santillana del Mar.
Quienes nos sigáis desde hace tiempo sabéis que el norte de España siempre ha sido para nosotros nuestro gran aliado del verano. De hecho, hemos estado en esta zona en cinco ocasiones en los últimos siete años sin contar el verano de 2023 que lo hemos dedicado a disfrutar íntegramente de Galicia y más en concreto de sus playas.
Ya se tratase de una visita a nuestra Bilbofamily, de una escapada rural o un plan rutero de varios días, Asturias, Cantabria y Euskadi se han convertido en tres puntos súper apreciados por esta tribu y ya tocaba dedicar alguna que otra sección de este blog a algunos de sus pueblos y localidades para nosotros más bonitas o especiales en las que hemos estado.
Me ha costado elegir así que en esta ocasión le he pedido consejo al Jefe de la Tribu que directamente me ha dicho que empiece por Santillana del Mar, así que ¿Por qué no? ¡Vamos allá!
Algunos datos generales y algo «random» sobre Santillana del Mar
Sé que es un clásico, pero lo más seguro es que cuando le habléis a alguien de Santillana del Mar, de que habéis pasado unos días allí o que estáis pensando en conocerla, éste os dirá que es el pueblo de las tres mentiras, porque no es ni santa, ni es llana ni tiene mar, y podrá no ser santa, pero en su escasa superficie, tiene una riqueza artística religiosa súper interesante, tampoco es llana, pero para quien vive en Vigo, sus cuestas son repechos, (siempre que no los hagas en tacones) y no tiene mar, pero a medias, porque el municipio sí lo tiene, y para ejemplo la playa de Santa Justa.
Aunque tiene una población de apenas algo más de 4000 habitantes, olvidaros de encontraros con una villa tranquila y eso dicho por los propios habitantes de Santillana. Y es que esta preciosa villa medieval de Cantabria se ha convertido en una especie de punto de peregrinación turístico como podréis comprobar si decidís aparcar por ejemplo en el parking de la Plaza del Rey, donde a partir de las 10 de la mañana y hasta las 8 o 9 de la noche comprobaréis que es un ir y venir de coches continuado, al menos en verano. Pero si decidís como nosotros, hospedaros en el pueblo, entonces podréis disfrutar de sus preciosas calles a horas más tranquilas, mientras sus habitantes o los turistas alojados en ella cenan, o a primera hora de la mañana aprovechando un paseo hasta la panadería o a alguna de sus tiendas artesanales para haceros con unos ricos sobaos como los del Obrador Casa Quevedo.
Recorrer Santillana del Mar con las calles prácticamente para ti es posible si decides alojarte en la villa.
Recorriendo el Casco Histórico de Santillana del Mar
El casco histórico de la villa comienza en la calle Santo Domingo, muy cerca del aparcamiento de la Plaza del Rey. De hecho apenas tendréis que caminar unos 200 metros y atravesar la avenida Le Dorat para adentraros en esta calle bonita calle adoquinada donde nos encontramos ya con dos edificios emblemáticos como son el Palacio Peredo Barreda y la Casa de los Villa. Caminando por ella llegamos a una bifurcación en forma de «Y» que nos conduce a las dos arterias «principales» de Santillana del Mar: a mano derecha La Carrera y a mano izquierda la Calle Juan Infante. A priori puede resultar fácil decidirse entre optar por una u otra calle, pero no os engañéis, no lo es, porque enseguida querréis pararos en cada local de artesanía, fotografíar fachadas, observar sus balcones, leer sus placas, observar el detalle de los blasones, con lo que la mejor opción es echarlo a suertes o no pensarlo y sencillamente caminar.
Comenzamos nuestro paseo por la calle Santo Domingo, donde ya los edificios que la acompañan nos dan una pista de lo que nos vamos a encontrar en nuestro recorrido.
En nuestro caso optamos caminar por la Carrera, a la que da continuidad la Calle del Cantón, que seguro os sonará porque es todo un clásico como calle instagrameable y bloggeable gracias a su maravillosa panorámica de la Colegiata de Santa Juliana al fondo, a la que accederemos atravesando la calle del Río hasta llegar a la Plaza del Abad Francisco Navarro.
En el descenso hasta la Catedral de Santa Juliana os encontraréis con otros edificios emblemáticos como la Casa-Palacio de los Barreda Bracho, el Palacio de Valivieso, la Casa de los Hombrones o la Casa de Quevedo y Cossio.
Descender la calle Cantón hacia Santa Juliana es sinónimo de ir parándose a cada paso para contemplar cada una de sus edificaciones.
Si por el contrario optáis por iniciar vuestra visita por la Calle de Juan Infante os recomendamos parar en la Oficina de Información municipal, donde además podréis pedir información sobre visitas autoguiadas por el casco histórico, aunque personalmente, si disponéis de algo más de una hora de vuestro tiempo os recomiendo este Free Tour o cualquiera ya con algo más de tiempo alguna de estas actividades y visitas guiadas que os aquí os dejamos.
Continuando por la Calle Juan Infante llegamos a la Plaza Mayor, donde además del edificio del ayuntamiento, podréis disfrutar de la vista de sus dos magníficas torres (la Torre de Merino y la Torre de Don Borja) mientras tomáis algo en la terraza del Restaurante el Castillo.
A partir de ahí, sencillamente os invito a que os perdáis callejeando por la Calle Hornos, la Calle del Racial, la Calle de las Lindas o la Calle Bertrand Clisson donde encontraréis el Museo de la Tortura que no puede faltar en toda ciudad o villa medieval que se precie y que seguro llamará la atención a los peques o a los más jóvenes de vuestras tribus.
La Plaza Mayor con las increíbles fachadas estilo montanés son una auténtica delicia para la vista
La Colegiata de Santa Juliana y su entorno
Aunque forma parte del casco histórico de Santillana del Mar, creo que si hay un punto en el que merece la pena pararse un poquito más en este post, ese punto es la Colegiata de Santa Juliana y todos los edificios que se encuentran en sus proximidades.
La coliegiata, de estilo románico, data del siglo XII y fue construida a partir de un antiguo monasterio edificado por unos monjes que querían repoblar la zona. Como os comentaba, la ubicación de la misma permite disfrutar de unas postales súper bonitas tanto en la distancia, desde la parte alta de la calle del cantón, como desde la propia plaza donde su ubica el edificio, que además se encuentra rodeado de otros edificios emblemáticos como el museo Jesús Otero, la casa de los Cossio, la casa de los Quevedo o la casa de la Archiduquesa Margarita de Austria y ya, bordeando la misma, la casa de los Velarde.
La colegiata abre todos los días del año salvo los lunes, Navidad, Año Nuevo y Reyes. El horario es de 10 a 13 y de 16 a 18 en invierno (16 a 19 en verano). La entrada son 3€ por persona y los niños menores de 12 años acompañados de un adulto son gratis. Reserva aquí los mejores tours disponibles para visitar la colegiata y sus alrededores.
La colegiata parece cambiar de color su fachada a mediad que avanza el día. Sin duda uno de sus encantos.
Visitar la Neocueva y el Museo de Altamira
Uno de los grandes atractivos de visitar Santillana del Mar es visitar, a unos dos kilómetros de distancia del pueblo, el Museo de Altamira y la Neocueva, esta última una réplica perfecta del yacimiento arqueológico original de más de 30.000 años de historia.
La neocueva está en un pabellón anexo al museo. De hecho, puede ocurrir, en función de la hora a la que accedáis a las instalaciones que primero visitéis el museo y a continuación la neocueva o viceversa. En nuestro caso, como entramos en dos turnos para poder hacernos cargo de nuestro peludo rastreador, el jefe de la tribu y la joven guerrera vieron primero el museo y yo por mi parte accedí primero a la neocueva. Que no os engañe el hecho de ser una réplica, porque os he de decir que a mi se me erizó el vello antes de entrar, desde el momento en el que se abrieron las puerta de acceso y pude ver el pequeño documental en el que nos ponen en situación antes de entrar para ver las pinturas rupestres. De verdad que para mi fue súper emocionante.
El museo es fantástico y os recomiendo que vayáis sin prisa para poder disfrutar, estéis solos o con niños, de todas las secciones del mismo, tanto a nivel visual como a nivel lector, ya que todas las galerías están magníficamente explicadas, pero ya os digo que hay mucho, pero mucho que leer.
Una vez dentro de la Neocueva te olvidas de que es una réplica perfecta y te trasladas en el tiempo.
Para la compra de entradas os recomiendo que las compréis online o podréis quedaros con las ganas visitar el complejo ya que puede haber un sold-out para ese día. Nosotros teníamos todo reservado con un mes de antelación para curarnos en salud y os confirmo que el día de la visita mucha gente se tuvo que dar la vuelta sin verlas porque las entradas están sectorizadas por franjas horarias.
Respecto a los horarios y teniedo en cuenta que pueden variar de un año a otro, os dejo aquí la página de turismoencantabria donde podéis ver esta información actualizada. Además recuerda que puedes reservar aquí una visita guiada por la neocuva y el museo.
Qué hacer en Santillana del Mar con niños.
Cuando estuvimos en Santillana del Mar, los pequeños guerreros tenían 9 y 4 años respectivamente y cuando los niños tienen esa edad, una de las cosas que no puede faltar es visitar algún parque con columpios y alguna actividad que sea específica para ellos. El primero requisito lo cumplios fácilmente si visitamos el área recreatica del campo del Revolgo, prácticamente a la entrada del pueblo y por suerte frente a nuestro apartamento. Lo segundo lo conseguiréis si visitáis el museo mitológico, situado prácticamente al lado del área recreativa.
El museo mitológico más que un museo es un jardín privado que alberga una ruta en la que los niños pueden descubrir las figuras de casi una veintena de figuras mitológicas. Es un lugar sencillo pero que los niños disfrutan y eso es lo que hace falta. La entrada es prácticamente simbólica. De hecho nosotros aprovechamos para entrar justo despues de tomar algo en el bar El Roblón, cuyo propietario es propietario de este museo tan particular.
El museo mitológico es un pequeño jardín particular que esconde magia en cada esquina.
Otra actividad para hacer con los niños pero aquí ya es un tema que debe valorar cada familia, es visitar el zoo que está a la entrada del pueblo. En nuestro caso no lo visitamos y es que nosotros no somos muy partidarios de este tipo de espacios salvo que se trate de centros de recuperación o santurarios, así que no podemos daros una opinión sobre éste en base a nuestra experiencia.
Si en lugar de niños tenéis ya adolescentes, una opción para hacer en el mismo pueblo, es visitar el museo de la tortura que no solo se centra en la Edad Media, sino que llega hasta la época industrial y que tiene unos precios muy asequibles.
Dónde alojarse en Santillana del Mar.
En Santillana del Mar encontraréis una diversidad de establecimientos hosterleros y hoteleros para todos los gustos y necesidades de las familias que visitan la villa. Nosotros escogimos un apartamento muy bien situado de hecho nos alojamos en la Plaza del Rey en los Apartamentos Serendipia de los que solo puedo decir cosas positivas, tanto del apartamento, ideal para una familia de cuatro como en nuestro caso, como de los anfitriones, Rafa y Carolina quienes no solo nos tenían preparado un detalle súper guay para el desayuno sino que además Carolina nos había dejado una guía muy trabajada hecha por ella con planes que hacer tanto en Santillana del Mar como en Cantabria y de verdad que me pareció un detalle genial. Además, en nuestro caso, sabéis que viajamos con nuestro Golden, Bran y siempre agradecemos muchísimo el que cada vez haya más alojamientos pet-friendly en los lugares que visitamos, y Apartamentos Serendipia es un claro ejemplo de esto último.
Justo debajo del apartamento se encuentra la pizzería Bitinia que es altamente recomendable con sus sabrosas y económicas pizzas artesanas y además, si sois como nosotros, con niños de paladares muy «sota, caballo y rey», disponéis en la propia plaza de un supermercado y una carnicería que a nosotros nos vinieron de perlas para comer y cenar en el apartamento.
Los apartamentos Serendipia se encuentran en la misma Plaza del Rey, donde podréis dejar vuestro coche tranquilo por la noche aunque en horario de máxima afluencia tendréis que pagar una cuota de estacionamiento.
Si sois más de comer fuera y disfrutar de la gastronomía del lugar, como por ejemplo de un buen cocido montañés Santillana del Mar tiene bastantes restaurantes con una oferta variada y entre los que recuerdo que Carolina y Rafa recomendaban algunos como El Porche, Gran Duque, Casa Cossio, el Pasaje de los Nobles o el restaurante Conde.
Y hablando de gastronomía o más bien de cosas típicas para disfrutar en el desayuno o en esos momento de vicio que surgen a lo largo del día, lo que no os podéis perder son los riquísimos sobaos, las quesadas y sus corbatas de Unquera y aunque Casa Quevedo es un top de los tres productos, os digo que hay un montón de tienditas localeles que venden cajas de estos productos para que podáis llevaros a vuestras casas o regalar a amigos y familiares y seguro triunfáis.
¿Quieres organizar un viaje o escapada a Santillana de Mar? Entonces toma nota.
Esperamos que con este post te hayamos ayudado un poquito más a organizar tu estancia o visita a Santillana del Mar o que en caso de que no lo tuvieses en mente, haber despertado en ti la curiosidad de hacerlo. Si tienes cualquier duda nos la puedes hacer llegar dejando un comentario abierto en este mismo post o a través de nuestro formulario de contacto.
Por supuesto, si has estado ya en la villa y quieres aportarnos más información, ésta es más que bienvenida y te animamos a que la compartas con nosotros y con el resto de tribus que nos leen igualmente a través de un comentario en abierto.
2 Comments
maria Bermúdez Puga
Más chulo Santillana… Muy completo Mery
conlatribuacuestas
Tan pequeñito y tanta cosa para ver una y otra vez.
Gracias por comentar Meri.