Visitando Marcelle Naturaleza con la tribu
Hoy me paso por aquí por un doble motivo, uno de ellos es proponeros un plan para pasar un día estupendo en familia visitando un parque muy especial en los que prevalecen como unos de sus principales objetivos la conservación de la biodiversidad, el bienestar animal y el cuidado de especies amenazadas. El segundo motivo es animaros a contribuir con vuestra visita a que precisamente puedan seguir desplegando esos objetivos, ya que Marcelle Naturaleza es uno de esos casos a los que la COVID ha puesto entre la espada y la pared al haberse visto obligados a permanecer cerrados al público durante muchos meses.
La verdad es que hacía tiempo que quería buscar un hueco para hablaros en el blog de este parque y creo que ahora es un buen momento si con ello os animo a quienes no lo conozcáis a visitarlo y así colaborar a que poco a poco su actividad pueda ser la de antes de la pandemia. De acuerdo que desde un punto de vista de servicios disponibles en el parque puede no parecer el mejor momento para visitarlo, pero precisamente son todas esas restricciones las que a mi precisamenet me animan a visitarlo de nuevo en breve a la espera de una tercera vez en la que podamos disfrutarlo al cien por cien.
El parque de la naturaleza de Marcelle al que muchos gallegos denominamos cariñosamente el Cabárceno pequeñito de Galicia, se encuentra en el municipio de Outeiro de Rei, a poquitos kilómetros de la cuidad de Lugo, por lo que puede ser un plan redondo para combinar con una visita a la ciudad y disfrutar de ésta y sus alrededores en un fin de semana.
Sus instalaciones (accede aquí al plano del parque) cuentan con algo más de 50 especies de animales autóctonas y exóticas, todos ellos procedentes de zoos, centros de recuperación y centros de rescate, por lo que os haréis a la idea de la importante función que tanto la reserva en si misma, como las personas que trabajan en ella tienen para todos los animales que viven en ella.
Marcelle cuenta con dos zonas claramente diferenciadas: la zona del parque donde encontraremos a los animales, podríamos decir que sectorizados en sus parcelas correspondientes y en la que se encuentran además las instalaciones generales como la tienda, el merendero, el restaurante, los aseos o el chiringuito y luego está la Reserva.
A la primera de ellas se tiene acceso en su totalidad adquiriendo sencillamente la entrada en la misma tienda que os encontraréis nada más llegar a las instalaciones. Sin embargo, para acceder a la Reserva tendréis que comprar una entrada adicional (a un precio súper asequible de 2 euros por niño y 3 euros por adulto) y con ella dispondréis de una visita guiada de una hora de duración por ella durante la cual podréis disfrutar de un número de especies que no se encuentran en la otra zona del parque, pero con el aliciente de que estaréis en contacto con la naturaleza en su estado original. Además, he de decir que los guías son maravillosos y hacen que la visita sea súper entretenida tanto para adultos como para niños, por lo que para mi y para el resto de los miembros de la tribu, visitar esta parte del parque no solo es altamente recomendable sino que directramente deberíais de planteároslo como algo obligatorio.
Respecto a cómo recorrer la zona general del parque y el tiempo que os puede llevar, comentar que es un parque muy bien adaptado tanto para familias con niños que requieren de silla o carro, como para personas con discapacidad. Las únicas partes del parque no adaptadas para estos últimos son los miradores de África y de los Osos Pardos, ya que son en altura y se accede a ellas a través de escaleras.
El tiempo que os puede llevar va a depender, como es habitual en este tipo de instalaciones, de vuestra curiosidad por empaparos en mayor o menor grado de detalle de toda la información que tenéis en los paneles y descriptivos de cada especie y parcela. Además, os daréis cuenta de que el parque está lleno de pequeños y no tan pequeños detalles que os invitarán a deteneros una y otra vez para fotografiarlos o disfrutar de ellos. Desde una palloza típica de la zona de Ancares, pasando por unas increíbles esculturas talladas en madera, seguro que ninguna de ellas os dejará indiferentes.
Respecto a la situación actual, tened en cuenta que el parque tiene desplegado un protocolo Covid-19 que no os comparto por aquí porque acabaría desactualizado, ya que se va actualizando según avanza la situación de la pandemia y que entre otras muchas cosas incide en la necesidad de mantener las distancias interpersonales, lo que puede llevar asociado el que estén definidos los itinerarios a seguir al desplazaros por el mismo. En nuestro caso, para que os sirva de referencia y teniendo en cuenta que lo visitamos en una época pre-pandémica, llegamos al parque depués de comer (a eso de las 3 de la tarde) y cerramos el parque literalmente a las 8 de la tarde.
Marcelle naturaleza es más que un parque de recuperación de especies animales, es además un lugar estupendo para concer algunos elementos etnográficos de Galicia.
En esas cinco horas tuvimos tiempo suficiente para visitar la Reserva, descansar en el chiringuito y merendar mientras la joven guerrera se entretenía un rato en el pequeño parque infantil contiguo al mismo, hacer las compras de rigor de recuerdo en la tienda, donde los peluches de las especies que se encuentran en el parque son tan bonitos que apetece llevarse todos para casa y recorrer el parque de cabo a rabo, repitiendo en aquellas zonas que más gustaron a los peques. Respecto a esto último creo que los suricatas, los lemures y las capibaras quedaron probablemente un poco saturados de nostros, pero ya sabemos que en lugares como Marcelle, los peques «mandan».
Las suricatas y las capibaras hacen las delicias de los más peques (y no tan peques)
Otros aspectos que pueden ser de interés en vuestra visita a Marcelle Naturaleza.
El parque tiene horarios diferentes en función de la época del año y dentro de un mismo período también es diferente durante la semana y los fines de semana, por lo que es importante que estéis atentos a este detalle si decidís visitarlo. En la actualidad los lunes no está abierto al público.
Una vez que lleguéis allí veréis que tienen un amplio parking de tierra para aparcar, así que ese aspecto no os generará ningún quebradero de cabeza.
En el parque, a diferencia de Cabárceno, no está permitida la entrada a nuestros compañeros de cuatro patas. Hay que tener en cuenta que es un parque de dimensiones mucho más reducidas que el primero y las parcelas están más expuestas por lo que al final se trata de un tema de seguridad y de tranquilidad tanto para los animales que viven allí como para nosotros y nuestros peludines.
Al parque no solo se puede entrar con vuestra propia comida sino que en esta época y como medida preventiva os animan a que lo hagáis y disfrutéis con vuestros enseres, como quien se va de picnic, en la zona de recreo de la que dispone el parque. Por supuesto, los miembros de esta tribu sabemos que quienen nos leeis sois súper respetuosos con el entorno pero igualmente os recordamos que no se puede dar de comer a los animales del parque. Ese es un trabajo de sus cuidadores y es fundamental que cumplamos esta norma por muy simpáticas que nos puedan parecer algunas especies.
Las entradas no se compran online, sino a la llegada al parque (en la tienda) y es allí mismo donde podréis solicitar plaza para alguna de las visitas guiadas a la reserva que como os decía anteriormente es una opción que seguro no os defraudará. Recordad que la adjudicación de plazas para acceder a la reserva es por riguroso orden de llegada. Si sois «madrugadores» más posibilidades tendréis de escoger el horario que más os convenga de los disponibles en cada época del año.
Los peques no se pueden marchar de la reserva sin visitar la casa de los duendes. Quién sabe si consiguen ver alguno a través de sus ventanas.
Como os indicábamos antes, no esperéis un parque de las dimensiones de Cabárceno, en el que ya que solo la zona de los osos ocupa un espacio descomunal. El parque de Marcelle Naturaleza es un paque modesto en dimensiones, perfecto para visitar a pie y pasar un día en familia, aprendiendode un montón de cosas de un importante número de especies animales que, al igual que el resto, los seres humanos deberíamos de cuidar y proteger. Es una manera perfecta de enseñara nuestros peques la maravillosa diversidad de nuestro planeta y de la importante labor que los cuidadores del parque realizan cada día.
Tenéis por supuesto toda la información disponible sobre el parque (horario, tarifas, mapas, fauna, visión y valores, noramas, etc:) sus en su web https://marcellenatureza.com/
Distancias a Marcelle Naturaleza desde las principales ciudades de Galicia: desde Vigo y Pontevedra aproximadamente 2 horas (210 km y 185 km respectivamente); desde Santiago de Compostela 1 hora y 20 minutos (125 km); desde A Coruña aproximadamente 1 hora (88 km y 99 km respectivamente); desde Lugo 20 minutos (16 km).
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